Sobre la autora

Barbara Kōsen nació en París en 1951. Se hace discípula del maestro Deshimaru a los 22 años y se ordena monja zen en 1975, recibiendo el nombre de Kōsen, “perfume del sabio”. En 1993 se convierte en la primera mujer occidental en recibir shiho (Grado de maestro espiritual), iniciando el linaje de transmisión del zen europeo. En 1994 funda Mokusan Dōjō en Madrid y la Asociación Zen Taisen Deshimaru, y en 2001 el Templo Zen Shorin ji.
Introducción al Genjo kōan del maestro Dōgen

Después de dejar atrás el gran templo Kannon-ji en Kioto y haberse instalado en la soledad de una pequeña ermita durante tres años, el maestro Eihei Dōgen (1200-1253) estableció su primer monasterio, Kosho-ji en el año 1233. Al margen de la corriente principal, lejos de la corte, pero con una total libertad para transmitir el zen de su maestro, Tendō Nyojō, Dōgen celebró ese año su primer ango , con los discípulos cada vez más numerosos que se unieron a él en su recién establecido templo. Durante aquel verano escribió el comentario del Maka Hannya Haramitsu, la esencia filosófica del budismo Mahayana, reescribió el Fukanzazengi, las indicaciones para practicar zazen, y en otoño del mismo año redactó el Genjo Kōan para entregárselo a un discípulo laico llamado Yo Koshu, de Chinzei. En ese texto, de una gran belleza literaria, Dōgen Zenji expone su visión de los temas fundamentales del budismo; qué es la ilusión, qué es el satori, qué relación hay entre práctica y realización, qué es la vida, la muerte, cuál es el lugar del ser humano en el Universo y otros. Por este motivo el Genjo Kōan se ha convertido en un texto fundamental de la escuela zen Sōtō.
Con esta publicación, el Genjo Kōan presentado por la maestra Barbara Kōsen pasa a formar parte de la transmisión de esa misma escuela en los países de habla hispana. Esa transmisión es la misión de toda una vida, la de la maestra Barbara Kōsen, que también ha establecido un templo con la ayuda de sus discípulas y discípulos, manteniéndose fiel a la enseñanza de su maestro, Taisen Deshimaru, y que ahora nos presenta en sus comentarios del Genjo Kōan lo fundamental de su enseñanza.
La propuesta de Barbara Kōsen en dichos comentarios es una conversación entre generaciones de maestros zen, una conversación que fluye de una forma muy natural entre Dōgen, Wanshi, Daichi, Tozan, etc. siempre con los comentarios del maestro Deshimaru como referencia, los cuales a su vez son una continuación de los comentarios de su propio maestro, Kōdō Sawaki. Y, por supuesto, está la voz inconfundible de la anfitriona, que nos hace viajar por la China antigua, nos acerca a la intimidad con su maestro, a los primeros pasos del zen en Europa, o nos hace escuchar los sonidos del Templo de Shorin-ji, tejiendo una continuidad entre la práctica de los ancestros del zen y la nuestra: la misma luna reflejada en el océano y en una gota de agua.